miércoles, 18 de febrero de 2009

19 F

Siempre pensé que un flechazo era cosa de cupido, que sólo ocurría entre gente de diferente sexo, y que era exclusivamente en calidad de pareja…¡qué equivocada estaba! De hecho, no eres tú la ingenua, esta vez, y siempre, te aseguro que peco más de eso que de otra cosa.

Verte tumbada en el suelo haciendo la cucaracha mientras unos dictatoriales veteranos mandaban nuestros quehaceres, hizo que algo me llamara la atención: una chica con su chandalito rodeada de chicos, sólo chicos.

Yo, más que perdida, necesitando un abrazo más que otra cosa en el mundo, vi minimizado el peligro y el miedo porque algo en mí me dijo que tú, sólo tú, me ibas a acompañar desde el primer día en este viaje, nuestro viaje, un viaje que comenzamos juntitas y que, no pretendas que se acabe nunca porque yo estaré ahí para impedirlo.

¿Sabes Cris? Nunca, nunca, nunca, y has leído bien, NUNCA, he sentido una complicidad con alguien como la que he sentido contigo, has sido mi familia cuando ellos estaban lejos, has sido mi amiga cuando no tenía nadie aquí, has sido todo cuando yo no podía con nada; pero lo más importante no es que sólo lo hayas sido, sino que lo ERES, y no hace falta mirar muy dentro de mí para saber que mi empeño hará que siempre lo seas, SIEMPRE, SIEMPRE, SIEMPRE…

Hay veces que la distancia y el tiempo rompen relaciones preciosas, íntegras, unidas, que forman una sola persona, pero sé que aunque tú no cojas el teléfono y marques mi número, no me importará jamás ser yo quien dé ese paso, porque tu BONDAD, ALEGRÍA, CORAZÓN, AMISTAD, CARIÑO, PROTECCIÓN…que tú me has dado, nadie antes lo había hecho. No hay nadie como tú, ni mejor ni peor que tú, simplemente ESPECIAL.

Mil veces te he dicho que te adoro, que me comprendes como si fuera yo misma; tengo la sensación de haber encontrado mi alma gemela, que formamos un frente unido, que quien me hace daño, te hace daño a ti, que a quien quiero, le quieres tú, que quién te daña, me daña a mí, y que quien te cobija, me cobija a mí…

Espero que este día tan marcado en mi calendario y en el de todos los que te veneramos, te aporte todo lo que tú has aportado a nuestras vidas en estos 21 añazos. A pesar de que lo pasaré contigo enterito, desde aquí, entre las estrellas, te digo que:

FELIZ 21 CUMPLEAÑOS CRISTINA COLOMO ROMERO

19 Febrero 09. Te quiero

viernes, 13 de febrero de 2009

UN PASEO POR LAS ESTRELLAS

Porque esta vez así es…porque esta vez no ha sido un sueño…hoy he escuchado en una entrevista que los guiones tienen que ser verosímiles, lo que no quiere decir que tengan que ser reales…hay veces que la vida es bastante inverosímil, por lo tanto, según mis cuentas, la vida es más irreal que un guión de cine…

Como os decía, esta vez ha sido verdad, no ha sido necesario que alguien toque la puerta de mi habitación y me diga: TERESA, que son las nueve menos cuarto!!!, ahora soy yo la que he vivido en mi piel esa realidad, esa realidad que tanto anhelaba…

Es verdad, señores incrédulos, esta vez ha sido verdad, y os preguntaréis que qué es eso que tanto deseaba y finalmente he vivido: PASEÉ POR LAS ESTRELLAS…sí, sí…siempre he creído que ellas se escondían para que no las descubrieran, iluminan para que nosotros desde aquí abajo las contemplemos pero no sepamos nada más de ellas, al contrario que ellas: ¡qué cotillas! Nos ven las 24 horas del día y sin preguntar, si acaso, son capaces de conocer al detalle nuestra vida y nuestros más profundos miedos…y es cierto…alguien me dijo una vez que yo me mostraba como una de esas estrellas, me gusta observar y ver lo que pasa…pero sin dar muestras de lo que pienso…en pocas ocasiones me he mostrado así… pero esa vez sí que era cierto.

Pues así les sigo contando mis queridos pequeños, cuando paseé por las estrellas, primero entré en contacto con las nubes, seguidamente me vi inmersa entre un color blanco parecido al del algodón de azúcar que venden en las ferias… ¿lo recordáis? salvando la diferencia del color rosa que le proporciona ese sabor tan peculiar…que algunos lo califican como empalagoso…sin embargo, a la que escribe nada que resulte dulce puede convertirse en empalagoso…

Y allí, allí me hubiera quedado, creo que una de esas estrellas que habitaban esa noche en el cielo me hizo un guiño, pero la muy coqueta corriendo lo borró de su rostro para no ser descubierta…menos mal que yo fui rápida y lo capté al instante…con eso me quedo…con ese guiño y con ese paseo por las estrellas…donde esta vez descubrí aquel lugar en el que las estrellas SÍ pueden ver…