sábado, 27 de noviembre de 2010

AMOR

AMOR…

Carrie Bradshaw en ‘Sexo en Nueva York’ un sábado por la noche tirada en el sofá después de comer helado con galletas de chocolate y en proceso de recuperación de una noche de fiesta por Madrid me ha hecho escribir…¿por qué? Porque se ha preguntado ¿Qué es el amor? Se supone que una prestigiosa periodista como ella es capaz de definirlo…pero no…¿podrá un proyecto de periodista acercarse a la definición?

¿Qué es? ¿alguien lo sabe? ¿es un todo o es una parte? ¿son puntos suspensivos o marcan el punto final?

Es la sensación de brillar, de ver salir el sol todos los días y no ver el momento de ocultarse. Es la pasión, es el amor, es el sentir eso que es especial, eso que nadie ni nada te había hecho sentir antes. ¿El amor? Uff…difícil explicación…más difícil su encuentro.

La gente camina por la calle y lo encuentra, la gente normal se enamora y desenamora, aparece y desaparece..pero qué sucede cuando un amor nunca se va…¿Eso es amor o desamor?

El amor es la causa del brillo de tus ojos, es la causa de las manos frías, es el querer unirte en un solo cuerpo con la otra persona. Es dar todo a cambio de nada. Es no tener orgullo y no temer sufrir. Es pasión, es locura, es fantasía.

¿Qué hemos de hacer cuando no lo encontramos? ¿qué hacemos? ¿será porque lo hemos perdido ya en alguna ocasión y jamás volverá a aparecer? ¿cuándo sabemos que hicimos bien? ¿qué puedo decir cuando lo único que me gustaría hacer en mi vida hoy por hoy seguro es escribir y decirte lo que pienso, lo que siento, lo que quiero?…la marea me dejó y ahora no sé dónde encontrarte…

Teléfonos móviles arrojados al vacío, buzones de contestador vacíos tras no escucharlos durante meses, bandeja de entrada sin nuevos correos, puntos suspensivos que quiero acabar en punto final pero que no me dejan ¿es eso el amor?

¿Qué es el amor? Yo no lo sé, ¿piernas enterradas y labios sellados? ¿lejanía o distancia? ¿un libro en blanco sin versos?


‘Algunas novelas de amor no son épicas, son breves, pero eso no significa que no estén llenas de amor’…algunas historias no tienen final feliz, pero no por ello no son bonitas…

Cuando no se sabe qué decir

Hay momentos de inspiración, hay momentos en los que un ‘te querré siempre’ pueden solucionar las cosas, es una forma clara y directa de decirlo. Sin embargo, hay otros en los que una simple duda puede estropear todo. Hay maneras de pensar, y maneras de actuar que son contraproducentes. Conseguimos el efecto contrario de lo que pretendemos. Se necesita saber si somos los mismos, si somos tú y yo. El problema viene con la duda, con la duda llega el temblor, con el temblor, la decisión, con la decisión, la huida, con la huida, la desesperación, con la desesperación…

Sácame de aquí, no quiero esperar más, no puedo esperar más, las cuatro paredes de esta habitación se me caen encima. Es la hora, ya ha pasado más tiempo del que necesito para darme cuenta. No, no, no…no te acerques.

Siento que esto te suceda, siento que esto le pase a alguien más, sé cómo te sientes, pero ya te lo he dicho, no es imprescindible, sigue adelante. Tengo sueño, solo sueño, quiero dormir. Come y duerme si quieres, pero primero come.

Se puede volver al pasado aunque sea caro. El precio puede valer la pena. Se puede volver a reir, aunque se piense imposible, reirás cuando algo tenga mucha, mucha gracia. Volver al pasado da miedo, pero podemos cambiar algo, podemos introducir nuevos factores que nos permitan que no todo nos recuerde a lo que ya hemos vivido.

Esto no es como en las pelis, si te mira con esos ojos, no puedes mirar hacia otra parte. Yo le di mis ojos y ahora ya, ahora ya, no son mios…cuando dejas de intentarlo, ocurre. Hay ocasiones en las que los cuentos se hacen realidad.

martes, 16 de noviembre de 2010

IZANDO BANDERAS

¿Estamos solos o caminamos acompañados? La vida es una continua toma de decisiones, cuando consigues acostumbrarte a algo o a alguien, siempre aparece una pequeña tentación que no permite lograr una estabilidad que, en algunas ocasiones, se desea.

No es tanta la lejanía entre un mar de dudas y una total convicción: cuando tienes tantas lagunas sobre un paso más en tu vida, siempre hay una opción que te llena más que las otras; mientras que, cuando se tiene una total predisposición a llevar a cabo una alternativa, siempre se tiene en la cabeza esa segunda idea que consideras que elegirías si no fueras una persona madura y consecuente con tus actos…esa decisión ‘emotiva’, sugerida por aquello que muchas veces no nos deja razonar y nos hace volar hacia el mundo de las ilusiones y de las nubes.

¿Cuándo sabemos que realmente hemos acertado? ¿Cuándo nos damos cuenta de que no tomamos el camino que nos lleva a la felicidad momentánea pero relajante y anhelada? ¿Estará esperándonos esa primera oportunidad que rechazamos por ir hacia delante con la elegida? ¿Estaremos condenados toda la vida por esa decisión? ¿Es posible rectificar?

¿La tentación es signo de debilidad? ¿de seguridad? ¿de falta de ilusión? No sabemos bien si el motivo de la aparición del ‘diablillo encima del hombro’ es por la ausencia de una motivación, o sin embargo, es porque la perfección no existe y la felicidad, por tanto, tampoco. De esta forma, cada vez que nos sentimos seguros de algo, aparece algo que nos hace sentir inseguros, el camino perfecto para no sentirnos completos ni con confianza para tomar las riendas de la situación e izar la bandera.

jueves, 3 de junio de 2010

EL VENDEDOR DE FRESAS

Cerró los ojos y dejó volar la imaginación, ¿qué es lo que más te gustaría vivir en este momento? Cientos de pensamientos acudieron a su cabeza como las palomas lo hacen cuando alguien les trocea migas de pan. No era algo normal, no veía dinero, no veía lujo, no veía chicos guapos, no veía un trabajo maravilloso; solo apareció una imagen: una puerta entreabierta.

Era la misma puerta que había cerrado años atrás y que nadie había conseguido abrir; tenía candados, dobles cerraduras y pestillos, una seguridad que más quisieran en la Casa Real. Llamaban a la puerta pero siempre había mirilla, por eso ella nunca abría.

La última vez que abrió le querían vender una enciclopedia y ella ya estaba bien curtida de libros. Recuerda la primera vez que la abrió: vendían fruta, fresas para ser más exactos. Esas fresas tenían muy buena pinta: rojas, carnosas, grandes. El vendedor se las hizo probar y ella, sin duda, las compró. No compró medio kg, ni un kg, ni dos ni tres. Pidió al vendedor que le diera todo el cargamento que llevara en ese momento y que, por favor, siguiera viniendo día tras día. A partir de entonces, las fresas no faltaban en su casa. Ella abría la puerta siempre al mismo vendedor, solo a él, no quería serle infiel. Venían otros ambulantes con distintas frutas, pero ella era mujer de palabra y quería seguir comiendo de esas fresas por siempre.

Un día el vendedor no llamó. Ella estuvo todo el día esperando en la puerta por si no funcionaba el timbre. Él no llegó. Al dia siguiente llegó, pero sólo con la ración de fresas de ese día, no traía las del día anterior. Pasaron tres días y el vendedor no acudió. A partir de entonces, ella siempre esperaba la llegada del vendedor, pero éste solo venía cuando podía. Había conocido nuevas clientas.

Pobre de ella siguió esperando y esperando hasta que un día el vendedor le dijo que no volvería con las fresas porque se le habían acabado. Había sido una mala cosecha y no tenía qué ofrecerle, pero le prometió que en el momento en el que nacieran de nuevo, volvería. Ella siempre esperó. Pasaban los días, los meses, los años. Nunca volvió y esa puerta jamás se abría. Llegaban con melocotones, sandías, melones, todo tipo de fruta; ella ya no abría la puerta, siempre miraba por la mirilla por si era él con las fresas pero no, no lo era.

Un día llamaron a la puerta con un cargamento de fresas. Corriendo abrió la puerta, pero no era él. En menos de lo que dura un suspiro, la puerta ya estaba cerrada. Al día siguiente pasó igual, pero esta vez ella no abrió. Así pasaron días, semanas. Un día, sin saber por qué, no llamaron a la puerta, pero sí entraron porque la puerta estaba entreabierta.

domingo, 2 de mayo de 2010

Desde que tú no estás

Hoy no voy a andar con rodeos, hoy no pretendo evadirme de aquello que escribo, hoy me apetece dar la cara y contar lo que ronda dentro de mis pensamientos, no quiero esconderme tras unos puntos suspensivos, quiero hablar en primera persona, quiero que sepas que esto lo estoy diciendo yo, no es fruto del placer que me produce inventar y escribir historietas sobre amores, desamores, dolores, esperanzas…

Estoy cansada de haber cerrado los ojos e intentar pensar que no pasaba nada, que no pasó nada, que mañana abriré los ojos y no te habrás ido, que esa mirada penetrante sigue fijando la vista en papeles y papeles donde no sabías donde encontrarte, donde todo formaba un mapa con colores abstractos sin nitidez alguna, que lo único que provocaban era seguir en ese mundo que acabó con tu alegría.

No pasa día sin que piense en ese verde azulado, en esa voz, en mirar las calles y miradores italianos sin saber qué pasó, sin encontrar una explicación al por qué, sin saber si el motivo está aquí, está en aquellas cuestas, estaba en ti o estaba en los demás.

Hay cosas que el tiempo ayuda a curar, pero hay otras que por mucho tiempo que pase, jamás se curan, puede apaciguarse el dolor, pero jamás cesará. Me he despertado decenas de noches con un sobresalto, has aparecido en sueños pero te has vuelto a esfumar con tanta rapidez que no me ha dado tiempo a preguntarte, ni a mirarte para saber qué piensas, qué te llevo a eso, que hicimos mal. Sólo sé que las líneas marcadas en mi vida nunca señalaron esta parada, pretendían seguir para adelante, sin una bajada del tren tan pronto y tan importante.

Quiero que lo sepas, no sé dónde estarás, pero quiero que veas que fuiste alguien muy especial, que lo sigues siendo y que lo serás para siempre. No importa si ya no estás, porque jamás has desaparecido ni de mí ni de ninguno de nosotros. Esa dulzura no puede caer en saco roto, tantos años contigo hacen que no pueda mirar más allá en el horizonte y no pensar en que estés donde estés, espero que recibas lo que escribo porque te quiero y jamás dejaré de hacerlo. Todos te pensamos, todos te echamos de menos y todos desearíamos que estuvieras con nosotros.

Yo quiero despedirme, la primera vez que lo hago, para poder seguir más adelante.

Te quiero

jueves, 8 de abril de 2010

FELIZ 22 CUMPLEAÑOS

Septiembre. Año 2006. 1er día de clase de Periodismo-Comunicación Audiovisual. Universidad Carlos III. Getafe.
Salgo de la residencia donde hacía un día que mis padres me dejaron llorando como una niña pequeña, acompañada de un grupo de chicas y chicos que vienen conmigo a la misma clase, nos dirigimos a la universidad. Cuando acaba la clase, empezamos a hablar y una niña monísima que parecía no haber roto un plato nunca, viene junto a otras chicas a mi habitación para ver cómo es una residencia universitaria. Esa chica derrocha simpatía por cada poro de su piel, en cada mirada donde deja el alma, en cada dulce sonrisa…

10 de marzo. Año 2006. Residencia Fernando de los Ríos. Getafe.
Primer año que pasaba fuera de casa por mi cumpleaños. Esta chica de nombre aún desconocido, o al menos, que no aparece aquí, me acompañó ese día. Comenzaba algo especial con ella.

Julio. Año 2007. Casa de madera. Úbeda.
Esa chica de ojos color cielo, antes no mencionados, viene a visitarme a casa y consigue firmar algo que jamás hemos materializado, pero que ambas sabemos, una amistad verdadera y eterna.

Curso 2007/2008. Getafe.
Ante una racha horrible, ahí está ella, con una sonrisa todos los días esperándome en clase, con un coche en la puerta cada fin de semana que no bajaba a casa para cobijarme con ella donde fuera, ayudándome a entablar amistades más profundas con argentinos, vascos…la sociedad de Pozuelo, ya sabemos…

10 de marzo. Año 2008. Getafe.
Llego a clase a las 11 de la mañana. Me he levantado a las 6 de la mañana para coger un tren y marchar para Madrid, así, al menos, podía pasar unas horas de mi cumpleaños con mi familia en casa. Cuando abro la puerta de la clase, está llena de globos, no podían ser de otra cosa, que de nuestro querido partido político. Termina la clase y nos vamos a comer a FRESCO, mi lugar favorito de Madrid, donde hay de todo tipo de ensaladas y puedes comer, comer y comer tantas cosas ricas…Estamos hasta las 6 de la tarde, con helados, pizzas…porque he olvidado comentar que no sólo hay ensaladas, ésa es la primera parte del buffet, luego está lleno de los odiados hidratos de carbono, pero que tan bien te saben cuando los estás disfrutando. Decidimos abandonar el local antes de coger alguna indigestión, de la que somos capaces, y nos dirigimos a una tetería a tomar té y fumar una cachimba. La noche acaba en mi residencia acompañada, por supuesto, por la niña de los ricitos de oro. Así, hasta la mañana siguiente que sin más remedio, tuvimos que ir a clase, y como chicas responsables, lo hicimos (aunque yo no recuerdo si acudí…pero por si acaso, no daré lugar a dudas).

Junio. Curso 2007/2008. Getafe.
Decido madurar y salir de la residencia. Me voy a un piso. Es hora ya de comenzar a tener vida privada, habitación propia, cocina que no llene de olores el resto de las dependencias…no sé, una vida más real. Pero, por supuesto, allí estaba ella con su querido NISSAN MICRA ROJO esperando para cargar todo y hacer la mudanza.

Curso 2008/2009. Getafe.
Es un año muy estresante, me busco trabajitos por todas partes, la universidad comienza a ser demasiado agobiante, las dudas empiezan a embargarme, el estrés es dueño de mí…la chica sin nombre sigue con su ritmo de vida agotador, sin parar de hacer cosas…pero siempre hacíamos un hueco para pasar ratitos juntas…

10 de marzo. Año 2009. Getafe.
Después de terminar la larga jornada en la universidad, NISSAN MICRA ROJO está esperándome en la puerta del que hasta ese año había sido mi hogar allí. Me tapan los ojos y me llevan a un sitio desconocido sin poder ver nada. Ando un poco desconcertada e insegura cada paso que doy hacia delante, pero como siempre que me he encontrado en esa circunstancia, allí estaba la chica de la sonrisa permanente para apoyarme y darme ese empujoncito que necesitamos de vez en cuando para seguir adelante. Llego a mi lugar de destino, de su brazo, y ¿qué me encuentro? ¡Un balneario!...Sorpresa de mi tercer cumpleaños en Madrid...Pasamos toda la tarde allí y luego nos dirigimos al centro, a cenar, donde…SORPRESA…me reúno con mis seres más queridos en la capital madrileña para disfrutar de la noche y ver perder al Real Madrid contra el Liverpool.

Agosto 2009. Feria de Baeza. Baeza.
Chica 24 horas disponible viene a verme para pasar un fin de semana auténtico, diferente…y apoyarme en el peor momento que recuerdo…aquí está ella, sonriendo, haciendo mojitos que trae desde Madrid, y relatando historietas hasta las tantas de la madrugada…Me despide desde su coche con un pañuelo blanco.

Septiembre 2009. Madrid.
Comemos juntas para despedirnos. Este año es diferente, ella a Kingston y yo a Perugia. Pero la distancia física no significa lejanía entre almas.

Curso 2009/2010. Perugia.
Echo de menos su sonrisa, sus ojitos, sus siempre ‘TERESA, NO TE RALLES’, sus veinte mil vueltas a un asunto sin importancia, su disponibilidad plena, sus besos, sus abrazos, contarle los problemas y encontrar SIEMPRE SIEMPRE SIEMPRE una solución junto a ella…LA ECHO DE MENOS. LA NECESITO. LE QUIERO.

Octubre 2009. Perugia.
Chica pivón viene a verme. Pasamos un fin de semana de turismo… y de turismo gastronómico…menuda nos pillamos…de comida!! Fondue de chocolate, helados, pizzas, pasta…dios mío!! Pero siempre llegan las despedidas…

Enero. Año 2010. Madrid.
Justo antes de volver a Perugia, la necesito más que nunca. Y como siempre, nos tomamos un café.

10 de marzo. Año 2010. Perugia.
Viajo a Kingston para verla y poder pasar unos días con ella. Me encanta saber que cuento con ella. Me emociona verla tan bien rodeada, tan independiente, tan madura, tan cómoda…pero también me encanta verla igual que siempre. Me encanta el viaje, y todo, todo, todo lo que vivo allí. Repetiría mil veces ese viaje con los ojos cerrados.

8 de abril. Año 2010. Úbeda.
Y ahora, yo, hoy, este día tan especial, estoy a 300 km de distancia de ella, pero no he parado de intentar sentirme lo más cerca posible…con esta publicación, con otras cosas…pero con ella en la cabecita todo el día. Chica especial, FELIZ 22 CUMPLEAÑOS.

TE QUIERO IRENE

jueves, 21 de enero de 2010

A paso lento

Sintió sus manos sobre sus mejillas, cerró los ojos y mientras se regodeaba entre sus pensamientos de que ese sería el primer beso de esta última oportunidad que se daban, porque a partir de ahora todo sería diferente, todo sería tal y como una niña desea que se pase en su cuento favorito de hadas y princesas, abrió los ojos….abrió los ojos…pero no se encontró frente a frente con él, no sentía su aliento, no olía a su perfume tan varonil pero a la vez suavizado con una pizca de algún ingrediente floral, no vio esa mirada de ojos castaños penetrando en los suyos…lo vio, ¡lo vio!... pero… a lo lejos, alejándose de ella, poniendo distancia entre su cintura y sus manos, entre sus dedos de las manos y los de él, entre sus labios y sus dulces labios, entre…su corazón…y…entre su…entre su corazón y el de él.

Allí se quedó, sin decirle adiós, sin decirle ya te llamaré, sin mirarle con lágrimas en los ojos, sin un ápice de melancolía, de amor, de odio aunque fuera, sin nada…le daba igual…esto ya había pasado antes, esto era más que común entre ellos, ¿esto? Esto era él, esto era su falta de compromiso y su falta de madurez, esto era propio de él …


Ella se fue lejos, muy lejos, a la ciudad sin nombre. Cambió todo en su vida: ahora las cosas no iban al ritmo de los demás, las cosas sucedían a su ritmo, al son que ella marcaba y bailándole el agua sin rechistar. Ella lo recordaba, pensaba en él, no le deseaba nada malo, la vida ya se encargaría de devolverle todo, de hacerle regresar a su soledad. Se negó a recibir visitas, no las quería, no las esperaba...así que, si en algún momento pudiera llegar a recibir alguna visita inesperada de él, no iba a estar para…¿quién? ¿quién era él? ¿cuál era su nombre? ¿Aquel que intentó eclipsar todos sus sueños? Ella no pretendía tener un centro en su vida, no quería girar en torno a nadie, quería que las cosas giraran en torno a aquello que le gustaba, que le encantaba, que le emocionaba, que la volvía loca…Una vez dio todo, ahora había metido en esa maleta todo aquello que dio y que no quisieron recoger, ahora todo era para ella, para ella y para…¿alguien más? Ese alguien que eclipsaría sus sueños cuando ella quisiera, cuando lo deseara con fuerzas y cuando esta libertad que tanto estaba disfrutando pidiera dar un paso más, puede que compartirla con el otro ÉL, puede que no, pero sí tal y como ella querría…

Una mañana, bien temprano, ella salió con una gran maleta de la casa, cerró con llave y colgó una nota en la puerta…Decía algo así:

QUE TE VAYA BONITO,
MIS MEJORES DESEOS
QUE EN LA VIDA RECOJAS
LO QUE SIEMBRES DE BUENO

QUE TE VAYA BONITO
QUE NO TE VAYA MAL
Y QUE EL TIEMPO TE DEJE
DONDE TENGAS QUE ESTAR

QUISISTE SER UNIVERSAL
ECLIPSANDO MIL SUEÑOS
QUE DIOS TE PROTEJA
EN LA CELDA DE TU SOLEDAD....

YO ME VOY A PLANTAR AL CAMPO
O A LA ORILLA, LA MAREA
DESEO QUE TODO TE VAYA DE VICIO
ME VOY Y AHÍ TE QUEDAS

ME VOY A VIVIR TRANQUILA
SIN PAUSA PERO SIN PRISA
DESEO QUE TODO TE VAYA DE LUJO
NO ESPERO VISITA, ASI QUE NO VAYAS
QUE PA' TI NO ESTOY
YO PA' TI NO ESTOY

SALUD AMOR Y FORTUNA
ME LLEVO TODO EN ORDEN
SALUD PA' VER, AMOR PA' SER
FOTUNA PA' OLVIDAR TU NOMBRE

ME MARCHO CON LAS LUNAS
DONDE EL SOL NO SE ESCONDE
ÉL ME ABRIGA EL INFIERNO
Y ELLA ENCIENDE MIS NOCHES


TE DEJO TODO AQUELLO QUE ME DISTE
ME LLEVO TODO LO QUE VI QUE NO QUISISTE
ME VOY CONTENTA, NO TENGO MAS QUE DARTE
ME LLEVO TODO LO QUE VI QUE NO CUIDASTE


Nadie sabe qué pasó durante el tiempo que ella estuvo fuera, lo que sí conocemos es que cuando ella llegó de nuevo a casa, tras un gran periodo de ausencia, encontró algo raro en la planta que tenía al entrar en el porche, esa planta estaba mojada, esa planta había sido regada, alguien había ido a la casa en su búsqueda, alguien pensó en ella y en ir a encontrarla…pero ella no estaba, ella volvía con la piel bien morena de haber ido a aquel lugar donde el sol no se esconde cuando la luna sale a pasear con las estrellas.